Los últimos acontecimientos derivados de la ramificación judicial de
la trama Gürtel en Baleares salpican a propios y extraños y, cuando
menos, ponen el dedo en la llaga haciéndola sangrar.
El caso Over Marketing, la empresa de Daniel Mercado que
presuntamente financió al Partido Popular en su campaña electoral cuando
Jaume Matas aspiraba de nuevo al poder, debe ser aclarado cuanto antes.
Y no hay nadie mejor para dilucidar qué fue lo que realmente pasó que
los 'populares', los que están ahora dentro, esos mismos que son ahora
cuestionados porque quizás pudieran saber más de lo que callan.
Aunque en su mayoría se han 'maquillado' en aras de una nueva imagen,
según dicen los malintencionados, no dejan de ser los mismos rostros,
al menos en su gran mayoría. Camuflados o aupados a otras esferas del
poder, las conexiones son harto evidentes.
Los nombres se conocen y es baladí sacarlos a colación. Por eso nadie
mejor que ellos para mirar en los cajones del partido, rebuscar entre
las facturas si las hubiera o quedara rastro, y hablar con quienes,
también quizás, les dieron un empujón en su día para situarse en la
cúspide.
EJERCICIO INDECENTE
En un ejercicio calificado por algunos de "indecente", el mismísimo
secretario general del PP, Miquel Vidal, quien sustituyó al para algunos
'incómodo' Miquel Ramis, dijo en las últimas horas sin rubor y tras
dimitir Rotger que su formación " cumple el código ético, aunque a veces
cuesta cumplirlo".
La defensa de Rotger va más allá que una lucha contra viento y marea.
La segunda institución de las islas ha 'naufragado' tras hacer lo
propio a lomos de la dimisión, hace apenas tres meses, el delegado del
Gobierno en Baleares y su cuasi homólogo en Menorca -tanto da que su
puesto fuera calificado como de director insular del Estado-.
José María Rodríguez ha tenido sin embargo más suerte que Antoni
Juaneda, ya que mantiene su cuota de poder en forma de presidente de PP
de Palma, aunque el logro haya quedado deslucido para muchos.
Mientras tanto el juez Castro dice que es "prematuro" archivar la
imputación de Pere Rotger, que por cierto continuará aferrado a su
escaño de diputado. La controvertida contratación que realizó cuando
era alcalde de Inca en 2008 con la empresa Over, para realizar un
'Estudio del clima de opinión ciudadana' en su municipio, no está aún
aclarada.
Podrían ayudar a disipar ésta y otras sombras aquellos que tienen
ahora a su alcance el poder hacerlo o, al menos, intentar reintegrar a
la ciudadanía, si delito hubiera, todo lo que se cree que 'voló' y que
supuestamente salió de las arcas públicas para no volver. De paso, a lo
mejor, vuelve también la confianza.
miércoles, 26 de diciembre de 2012
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