La verdad es que a estas alturas uno no
sabe muy bien de qué escribir. Y no es por falta de temas, faltaría
más, sino por todo lo contrario.
Hacer un aburrido análisis de la
situación política se me antoja baladí, o sea que no sé si sacar
a colación el robo del camión de los bomberos, el tema de las
amantes que pululan por las altas esferas en detrimento de familias,
las manos ocultas que pagan con dinero negro a personas que son
objeto de pleitesía por esos que luego cuchichean a sus espaldas ,
de los 'populares' que tienen la santa cara de mandarme tuits porque
me he equivocado en un tanto por ciento, a sus compañeros que hacen
lo propio 'apostillando' con pretendida ironía pero con recelo no
vaya a ser que las 14.000 visitas diarias les vaya a pasar factura, o
de los que se acercan intentando vender motos...no sé.
Pero bueno, mientras tanto esto se va
llenando y ya casi he cumplido, que hace mucho que deje colgado el
último post. Y es que uno no puede estar en todo, aunque ya me
gustaría poner más en su sitio a quienes nos están tomando el
pelo, riéndose de todos nosotros mientras condenan a la
desesperación y en ocasiones al suicidio a más de uno. La
profesión, sin embargo, exige cautela y buen tino.
No podrán con nosotros. Estarán el
tiempo que marca la ley, pero ni un minuto más. O eso espero, porque
de tanto mirar para otra parte igual la costumbre se hace crónica y
nos quedamos atrofiados, mientras siguen sacudiendo a diestro y
siniestro.
Sus conductas son como los pellizcos de
monja, a la disimulada a veces, que casi no se notan, pero que
escuecen un rato largo, o eso cuentan.
Bueno, pues ya está.