lunes, 10 de agosto de 2009

CUATRO NUEVOS ZARPAZOS


La oleada de atentados en cadena perpetrados del pasado domingo en Palma por parte de Eta nos ha cambiado a todos la cara. La psicosis que se respira en nuestras calles -hoy sin ir más lejos la Policía ha atendido tres falsas alarmas- es harto patente, y más de uno se pregunta para cuándo la próxima deflagración, y dónde tendrá lugar. Sabedores de que las bombas tenían temporizadores -hasta con más de un año de margen se pueden programar para que se activen a antojo y deseo- nadie está tranquilo.
En estos momentos más vale salir de casa habiendo pasado antes por el cuarto de baño, a ver quién es el guapo -sobre todo la guapa ya que tres de los cuatro artefactos fueron escondidos en lavabos de señoras- que se atreve ahora a hacer sus necesidades en un lugar público. Y no es para menos, ya que sobre sus cabezas puede pender algo más que la espada de Damocles.
Tras la incalificable barbarie de Palmanova, Mallorca está sumida en estos instantes en una profunda depresión que se psicomatiza con nervios y episodios de angustia sin precedentes. Ya no nos queda ni el consuelo de saber que seguimos siendo la Isla de la Calma, lo único que nos quedaba. Políticos corruptos, políticos que se vengan de éstos últimos, políticos que no sirven para nada, empresarios arruinados, el turismo haciendo aguas, negocios echando el cierre todos los días, un nacionalismo desbocado sobre el asfalto de la recesión más galopante, falta de ilusión generalizada, desmoronamiento de todos los valores habidos y por haber, Zapatero al acecho para volver a ganar en los próximos comicios gracias a los analfabetos de turno, fracaso escolar creciendo a marchas forzadas, falta de trabajo, imposición del catalán en todos los ámbitos, desmoronamiento de toda clase de cultura, periódicos ilegibles donde becarios y otras especies campan a sus anchas destrozando el lenguaje, mala educación por doquier, un asco, en suma. Y para colmo esta tarde ha llovido.
Y como veo que este post es algo deprimente pues habrá que decir algo bueno...en fin que no se me ocurre nada, ¡ah sí! que Socías, el delegado del Gobierno, piensa abrir un expediente disciplinario a aquellos que desoyeron sus órdenes de que a los detenidos por el Palma Arena no se les pusieran grilletes. Pues qué bien oiga.

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