Los silencios que nos olvidamos de imprimir se tornarán entonces lamentos intuidos, gritos que no salieron de nuestras bocas. Los ríos de tinta que vayan a romper en el mar de la vida serán así únicamente rumores, murmullos que se alejan, igual que las olas cuando se pliegan tras llegar a la orilla.

Esta noche de nostalgia en que apenas mi mano puede arrastrar las frases, cierro el mío por un momento, y lo pongo junto al tuyo en un deseo vano y huidizo, el mismo que va soñando con esas brisas tristes que desvelan secretos todavía no escritos, y que pueden despertar todas las verdades que nuestros corazones conocen.
Sencillamente hermoso. Gracias por ser como eres. Me llamo Carmen y no dejo de emocionarme cada vez que leo tu prosa poética. Ojalá pudiera conocerte algún día...
ResponderEliminarMi nombre es Nati. Mis gatas Paulita, Polita y Pileta, así como mi coneja Tamborina, abren los ojos como platos cada vez que leo tu blog. Y no es para menos, ya que me emociono con tus reflexiones, y me entero del mundo político a la vez. Gracias por existir.
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